Se reinicia el ciclo neoliberal en la Argentina

Se reinicia el ciclo neoliberal en la Argentina

28 noviembre, 2023 Desactivado Por Mirada Central

Por

Lic. Juan Villa

Se avecinan horas aciagas para el pueblo argentino. Javier Milei se impuso a Sergio Massa en el balotaje por un margen más amplio del que vaticinaban la mayoría de las encuestas. Luego de la dictadura cívico – militar, el menemismo y el macrismo, se iniciará el cuarto ciclo neoliberal con consecuencias que serán devastadoras para las mayorías populares.

Campaña y resultados

Las PASO definieron un escenario de tres tercios siendo Milei el candidato más votado, un dato que ninguna encuesta había registrado. Lo más relevante fue la feroz interna de Juntos por el Cambio donde la línea dura de Bullrich, con la aquiescencia de Macri, venció a Larreta que intentó mostrarse más moderado.

En las generales se produjo una notoria recuperación del candidato de Unión por la Patria, quien, con una batería de medidas económicas, recuperó iniciativa política y cumplió con el objetivo de entrar al balotaje. En esa instancia Milei no tuvo la mejor performance, aunque le alcanzó para entrar a la segunda vuelta relegando a la desdibujada candidata de Juntos por el Cambio que se mostró errática, torpe y poco consistente en sus intervenciones públicas.

Una vez en el balotaje se produjeron reacomodamientos estratégicos y discursivos. Milei no esperó ni un día para abrazarse en un estudio de televisión con Bullrich, a quien le había dedicado los peores epítetos mientras que Macri hacía explícito su apoyo al candidato libertario que rápidamente borró de su discurso la prédica anti casta, amalgamó una retórica anti kirchnerista con apelaciones al cambio y se esforzó en la difícil tarea de mostrarse estable emocionalmente.

Por su parte, el último tramo de la campaña de Unión por la Patria apuntó a visibilizar los dos modelos de país en pugna. En lo económico, la estrategia buscó instalar en la discusión pública las consecuencias del retiro estatal y el impacto que tendría en el bolsillo la quita de subsidios a las tarifas, el arancelamiento de la educación pública, la privatización del sistema de salud o el fin de la obra pública. En lo político, se apeló al peligro para la vida democrática el explicito sesgo autoritario de los libertarios, el negacionismo y la apología a los genocidas. La idea de un gobierno de unidad nacional que termine con “la grieta” procuró aglutinar a las fuerzas democráticas, en especial fue una interpelación al radicalismo. Ninguno de estos clivajes fue suficiente porque pesó más que el candidato presidencial era el responsable de la cartera de economía en un contexto atravesado por la inestabilidad y la inflación, de modo que el voto castigo fue implacable. No fue, sin embargo, una situación parecida a la de 2015 porque en ese entonces Mauricio Macri ocultó sus propósitos hasta llegar a la presidencia. Milei, en cambio, prometió explícitamente un programa económico que plantea un brutal ajuste inédito en la historia argentina.

La sociedad, el programa de ajuste y la resistencia

 El programa de recorte del gasto público, megedevaluación y liberación de tarifas, combustibles y alimentos, es una daga sobre la cabeza de millones de argentinos que llevaría a un escenario de caos social. En 2015, el ajuste macrista contó con un plafón que le permitió aplacar los descontentos en el tramo inicial: el país que dejaba Cristina atravesaba algunos problemas de crecimiento, pero tenía pleno empleo, consumo, salarios altos y familias, empresas y Estado desendeudados. Si se produjese el mega ajuste anunciado millones de familias no tendrían de donde recortar sus gastos porque ya se encuentran en una delicada situación. Sin dudas, nos encontraríamos ante una situación de fractura social.

El gradualismo no parece ser la orientación que le imprimirá Milei a su gobierno, quien sostuvo que el ajuste que realizará será mucho mayor que el que exige el Fondo Monetario Internacional. Se suele señalar que en los primeros cien días los gobernantes que asumen tienen un periodo de gracia para avanzar con las reformas más audaces porque cuentan con una legitimidad inicial que le permite un margen de maniobra amplio que con el paso del tiempo va acotándose por el desgaste. Sin embargo, este axioma puede ser relativo en la medida que haya una rápida reacción popular.

Claro está que desde las sombras y en última instancia sin responsabilidades directas, Macri impulsará el ajuste sin anestesia que pretendía para su segundo gobierno frustrado. A cambio, el expresidente tratará de brindarle “gobernabilidad” con apoyo parlamentario, funcionarios, contactos con el capital financiero global, jueces y elementos de inteligencia para retomar la persecución a todo atisbo de oposición.

Sin embargo, ningún apoyo podrá asegurarle gobernabilidad y orden social si se atacan derechos y conquistas históricas. La capacidad de resistencia del pueblo argentino es un activo de un movimiento popular que se cohesiona cuando es agredido. La aplicación de dicho modelo económico necesitaría dosis de represión sistemáticas que difícilmente puedan ser toleradas por la sociedad y que desgastarían rápidamente al nuevo gobierno. Inevitablemente, el conflicto social va a recrudecer y las fuerzas de seguridad serán la punta de lanza para intentar disciplinar y aislar a las resistencias. 

¿Qué significa el triunfo de Milei?

Luego del triunfo, Milei reivindicó su pertenencia ideológica de “liberal libertario”. Las ideas que pregona como una cruzada moral no son nuevas. Sus fundamentos teóricos provienen de la Escuela Austriaca (von Mises, Hayek), la filosofía ultraindividualista de Ayn Rand con una explícita reivindicación del egoísmo como virtud y los excéntricos planteos de Murray Rothbard de donde viene la idea, por ejemplo, de la venta de niños. Entre los políticos que señala como sus modelos aparecen Winston Churchill y dos exponentes del neoliberalismo anglosajón: Ronald Reagan y la enemiga de nuestro país Margaret Thatcher.

El nuevo presidente considera que la justicia social es una aberración, que morirse de hambre es una elección y que toda intervención estatal es comunista. El anarco capitalismo extremista que postula es un modelo teórico impracticable que carece de fundamentos serios. Milei, ante la complacencia o ignorancia de periodistas, realiza afirmaciones falaces y sin evidencia empírica que repite como verdades incuestionables.

La Argentina del siglo XIX no era el país más próspero del mundo. Era apenas un apéndice subordinado del imperialismo británico exportador de materias primas. La opulencia de la clase terrateniente contrastaba con la miseria de la mayoría de la población que vivía en condiciones deplorables. Sólo en un país donde la cosmovisión oligárquica ha deformado el pensamiento es posible que gane un candidato que promete retrotraer la nación dos siglos. Ni fuimos potencia en el siglo XIX ni estamos ahora entra los países más pobres.

También es falso que los países de mayor desarrollo son aquellos que tienen libertad de mercado sin intervención estatal. Por el contrario, en los países más desarrollados el Estado tiene un rol preponderante con amplias facultades regulatorias y poder disciplinador de los actores económicos. En efecto, cuando le pidieron un ejemplo de un país exitoso donde se implementan sus ideas mencionó a Irlanda, que, por supuesto no tiene un PBI mayor al de Estados Unidos, y en donde el Estado tiene una fuerte presencia en la vida económica. El crecimiento del PBI irlandés se explica por la radicación de compañías multinacionales como Apple o Google que tienen impuestos más bajos que los de la Comunidad Europea, pero eso no redunda en mejor calidad de vida.

Un craso error de Milei es pensar que el triunfo de La Libertad Avanza se debe a que una parte mayoritaria de la sociedad abrazó las ideas libertarias. El voto castigo expresa un malestar con la clase política que no ha podido resolver muchos de los problemas cotidianos que padece la ciudadanía, pero de ningún modo es un voto ideológico. Por el contrario, una parte mayoritaria de la sociedad argentina reivindica la salud pública, la educación gratuita y la presencia del Estado como reparador social. Es probable que cuando muchos votantes adviertan que el ajuste no era para la “casta” sino para ellos mismos comience a aglutinarse un descontento extendido tal como sucedió con el gobierno de Macri, quien ahora no tiene el bastón presidencial, pero concentrará gran parte del poder y de las decisiones fundamentales. Parece paradójico, pero el nuevo presidente es un empleado de la fuerza política que no llegó al balotaje.

El nuevo mundo y el riesgo del aislamiento

La posición de Milei en materia de relaciones internacionales es uno de los grandes disparates de la campaña. Cortar vínculos con los principales socios comerciales por diferencias ideológicas con sus gobiernos no resiste el menor análisis. Estados Unidos no ha dejado de comerciar con China, aunque le dispute nada menos que su hegemonía global. También le compra petróleo a Venezuela a pesar de las diferencias ostensibles entre ambos gobiernos.

Otro dislate que evidencia un desconocimiento alarmante es pensar que los intercambios comerciales pueden hacerse entre privados sin la presencia de los estados. A nivel global los estados miembros a través de la OMC fijan determinadas condiciones para el comercio de bienes y servicios, pero además los estados nacionales firman tratados bilaterales o entre bloques económicos, impulsan la apertura de nuevos mercados, realizan controles de calidad y regulaciones fitosanitarias, controlan la competencia desleal, fijan aranceles para proteger determinadas industrias o realizan negociaciones que faciliten el comercio como el acuerdo entre Brasil y Argentina para prescindir del dólar en sus intercambios. El mundo de Milei solo existe en su imaginación.

El nuevo presidente señaló explícitamente que se asociará con Estados Unidos e Israel como norte de la política exterior argentina que, de este modo, se enrolaría en las filas del “mundo libre”, una categoría anacrónica propia de la Guerra Fría. Pero el sueño húmedo de Milei no es posible porque los norteamericanos acostumbran a tratar como lacayos y no como socios a quienes desean subordinarse a sus dictados, del mismo modo que durante el menemismo el país fue congratulado como el mejor alumno del FMI.

Lo más grave es que Argentina irá a contramano del mundo. El orden unipolar hegemonizado por la potencia del norte ha dejado de existir y estamos viviendo una nueva etapa caracterizada por un multipolarismo con una potencia que disputa el domino global y otras potencias emergentes que han producido una transición irreversible hacia un nuevo orden global.

Sergio Massa fue el único candidato que tenía en claro las alternativas que debía transitar nuestro país para sacar ventaja de este convulsionado escenario. También en este asunto se debatían dos visiones contrapuestas: profundizar la condición periférica y dependiente o la apuesta por la autonomía y la Tercera Posición.

La articulación de un proyecto opositor  

La coalición gobernante a partir del 10 de diciembre será una alianza de ultraderecha liberal y antinacional que agrupará a sectores de Juntos por el Cambio con los libertarios como furgón de cola. Una nítida expresión de un anarco capitalismo que usará al país como base de sus operaciones financieras con un Estado subordinado a los dictados del mercado. 

Por otra parte, si la gestión del gobierno saliente se tiene en cuenta por su desempeño electoral el balance es negativo. La derrota de medio término había sido un aviso que no produjo cambios en la orientación predominante y la derrota en el balotaje confirmó lo que no fue una sorpresa: revalidar otro período de gobierno con el nivel inflacionario actual era una tarea titánica. Sin embargo, el país que deja el actual gobierno no es el que reflejan los escribas de los medios hegemónicos: no hay una crisis económica general con caída de la actividad económica, el consumo y la producción. Es necesario consignar que el gobierno de Alberto Fernández asumió en medio de dificultades extraordinarias: la impagable deuda que tomó Macri con el Fondo Monetario fue la espada de Damocles que condicionó el desenvolvimiento de la economía argentina. Sin embargo, por si fuera poco, sobrevino la pandemia que paralizó la actividad económica a nivel global, luego la conflagración bélica en Ucrania y la peor sequía del último siglo que produjo una disminución de los ingresos por exportaciones de 20 mil millones de dólares. Pero además de los aspectos económicos, el internismo permanente y a cielo abierto y las vacilaciones en decisiones que requerían firmeza desgastaron a la coalición gobernante que fue eficaz para derrotar al macrismo, pero no estuvo a la altura de las expectativas que generó en 2019. Los problemas principales que el gobierno no pudo solucionar, la inflación y la mejora de ingresos reales de la población, terminaron siendo determinantes en las preferencias electorales.

¿Qué queda en pie del frente político derrotado?

Sergio Massa hizo una campaña épica lo que hace que aún conserve capital político, aunque después de la elección dejó entrever que se retirará de la política. En caso de que no lo haga, seguirá teniendo chances en el futuro. Quien presenta credenciales inmejorables para conducir a la futura oposición es el gobernador Axel Kicillof, quien venció cómodamente en la Provincia de Buenos Aires y mantuvo altos niveles de popularidad a pesar de la mala imagen del gobierno nacional. Si es así, Kicillof tendrá la difícil tarea de conducir la provincia más poblada en medio del salvaje ajuste del gobierno nacional y elevarse entre los gobernadores como primus inter pares para liderar una eventual liga de gobernadores agredidos por las decisiones del nuevo presidente quien ya ha anunciado, por ejemplo, el final de la obra pública y el intento de modificar la coparticipación.

Se abre un período de resistencia del campo popular y habrá que buscar respuestas originales para aglutinar los descontentos de un modelo de exclusión y miseria que, de no organizar una respuesta eficaz, dejará consecuencias que serán irreparables.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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