La Unión Internacional de Arquitectos (UIA) decidió que el 1 de julio se transformara en el Día del Arquitecto, en honor a la creación del organismo ese mismo día del año 1949. No obstante, en 1996 se decidió cambiar esta fecha para que coincidiera con el Día Internacional del Hábitat, el 1 de octubre, dando así nacimiento al Día Internacional de la Arquitectura y el Hábitat Humano.