
El peronismo de General Belgrano ante su mayor reto: volver a leer el pulso social
30 mayo, 2025Luego de casi una década de gobierno de Juntos por el Cambio en la localidad de General Belgrano, el peronismo local continúa transitando un complejo proceso de reorganización interna, marcado por la fragmentación y la dificultad para articular una oposición sólida. El reclamo por “caras nuevas” y renovación genuina es cada vez más fuerte. Abandonar el lenguaje partidario y comprender que no se trata de una rosca partidaria, sino de una construcción colectiva amplia y con sectores independientes, será el mayor desafío para el justicialismo.
Desde 2015, el municipio es gestionado por un intendente de Juntos por el Cambio. Si bien, la gestión del intendente Dinápoli ha sido objeto de reiteradas críticas por parte de distintos sectores, que señalan falta de respuestas y escasa efectividad en la administración pública, de todas forma su figura sigue gozando de respaldo dentro de un electorado que ha mantenido su apoyo a lo largo de tres períodos consecutivos.
En contraste, el peronismo belgranense ha experimentado un escenario muy diferente desde su ajustada derrota electoral en 2015, cuando perdió la intendencia por apenas 50 votos. Desde entonces, el movimiento ha evidenciado una creciente fragmentación interna, marcada por la aparición de pequeñas agrupaciones con anclaje provincial.
El Partido Justicialista local, históricamente núcleo del peronismo belgranense, ha intentado en los últimos años oficiar como articulador entre estas expresiones diversas. Sin embargo, las diferencias internas, disputas por los lugares en las listas y las recurrentes tensiones entre las cúpulas han dificultado la consolidación de una alternativa cohesionada.
A pesar de estos obstáculos, en la última elección se logró conformar una lista de unidad dentro de Unión por la Patria, integrada por dirigentes de distintos sectores. Actualmente, los concejales de ese espacio trabajan activamente en territorio para revitalizar la militancia y generar consensos, aunque aún enfrentan desafíos para revertir el desapego y el desencanto de una parte significativa de su propia base.
Un aspecto clave que señalan diversos sectores sociales y políticos es que el peronismo local no ha logrado interpretar adecuadamente las nuevas demandas, sensibilidades y prioridades de una sociedad belgranense en transformación. La dirigencia sigue recurriendo a métodos tradicionales, estructuras verticalistas y lógicas de reparto que hoy resultan obsoletas frente a un electorado más autónomo, crítico y diverso, poniéndolo en una posición rezagada frente a un oficialismo que, si bien conservador en su propuesta, ha sabido leer con eficacia el pulso social.
En términos legislativos, el bloque de Unión por la Patria cuenta con 5 concejales, frente a los 7 de Juntos por el Cambio. UxP pondrá en juego 2 de sus 5 bancas actuales.
El futuro del peronismo en General Belgrano dependerá en gran medida de su capacidad para sostener la unidad alcanzada en los últimos comicios, renovar la dirigencia y, sobre todo, reconectar con una ciudadanía que hoy no se siente representada. Mientras tanto, el oficialismo se sigue afianzado en el poder local, en un escenario político donde el reconocimiento a la gestión y el capital simbólico del intendente siguen siendo factores determinantes.