¿Fue gratis entregar el armado del PRO al radicalismo durante 10 años?

¿Fue gratis entregar el armado del PRO al radicalismo durante 10 años?

11 julio, 2025 Desactivado Por Mirada Central

Por Lucila Cardaci

Se trata de una joven militante del PRO en la Quinta Sección Electoral, formada en el trabajo territorial y con una mirada crítica sobre el rumbo político que ha tomado su espacio en los últimos años. Desde su experiencia en la militancia activa, analiza el retroceso del PRO en los distritos bonaerenses, la pérdida de peso político frente al radicalismo, y los desafíos actuales en un nuevo escenario donde La Libertad Avanza emerge como actor central. Su reflexión busca aportar al debate interno del PRO con honestidad, autocrítica y vocación de futuro.

Corría el año 2015 y el PRO vivía su mayor auge: ganamos la Presidencia de la Nación y la Gobernación bonaerense. Éramos gobierno nacional y provincial. Parecía el punto de partida ideal para consolidar una fuerza propia en todo el territorio. Pero, con el correr de los años, una pregunta comenzó a resonar entre quienes venimos militando este espacio: ¿por qué, habiendo sido gobierno, decidimos durante todas las elecciones desde 2015 hasta 2023 cederle nuestro incipiente armado territorial al radicalismo?

En la Quinta Sección Electoral, el radicalismo gobierna hoy 12 de los 27 municipios. El PRO, apenas dos. Y lo más llamativo es que durante los años en que fuimos gobierno, ni siquiera se garantizó la posibilidad de competir en una PASO. Perfiles valiosos, con verdadero arraigo territorial, quedaban afuera en los cierres de listas. ¿Faltó voluntad política? ¿Comodidad? ¿Desinterés por cuidar a quienes construyen en el territorio? No lo sé. Pero lo cierto es que el costo fue altísimo.

Durante años, el radicalismo tuvo más peso en las negociaciones, incluso cuando el PRO tenía la lapicera nacional y provincial. El resultado fue el desgaste de la militancia genuina del PRO: aquella formada por jóvenes, profesionales, empresarios y ciudadanos comprometidos que no vivían de la política, sino que apostaban a ella como herramienta de transformación. Esa militancia se cansó de ser sacrificada por acuerdos de cúpula. Muchos se fueron.

¿Es raro que hoy miren a La Libertad Avanza como un nuevo espacio de representación?

Hoy, a días del cierre de listas, nos enfrentamos a una nueva realidad. Por primera vez en una década, tenemos la posibilidad de despegarnos de la UCR y competir junto a La Libertad Avanza. Pero nos encontramos con un dilema: ¿tenemos con quién? Porque gran parte de nuestra estructura ya no está. La Libertad Avanza presentará listas en los 27 municipios de la Quinta Sección, y el PRO (con suerte) logrará ubicar candidatos en apenas diez distritos dentro de esas boletas. Con esta alianza, la suerte está echada.
Mientras tanto, el radicalismo mostró la hilacha. Hoy es parte de otro frente, más cómodo para sus lógicas internas y alejado de cualquier idea de cambio real. Dejó en claro que su único interés era conservar lo que ya tenía. Y frente a eso, el PRO tiene una oportunidad que no puede volver a desperdiciar: acompañar a La Libertad Avanza con humildad, convicción y vocación de poder real.

El caso de General Belgrano es un claro ejemplo de esta historia repetida. Gobernado hace 12 años por Osvaldo Dinápoli, del radicalismo, el distrito no muestra avances reales, pero sí una cómoda permanencia del intendente en el poder mientras las necesidades de la gente siguen esperando. En 2021, el PRO se animó a presentarse como verdadera oposición. En 2023, el oficialismo hizo lo imposible para dejarlo afuera: cuatro listas con candidatos nacionales del PRO y de La Libertad Avanza, pero a nivel local todas colectoras del intendente. Así, lograron borrar del mapa a la única oposición real. Hoy, en 2025, encontramos de nuevo el mismo panorama, listas colectoras al gobierno municipal de Dinapoli. Sin poder construir una oposición sólida y que no trance.

Tuvimos todo para construir una fuerza sólida en la provincia, y lo dejamos pasar. Nos comportamos como ganadores, incluso cuando ya no lo éramos. Y mientras tanto, el radicalismo (con estructuras añejas y fórmulas agotadas) fue ganando terreno, muchas veces gracias a nuestra pasividad.
Hoy el gran ganador es La Libertad Avanza. Y el PRO todavía está a tiempo de acompañar ese proceso, de aportar lo mejor de lo que alguna vez fue, y de dejar de sacrificar a los propios en nombre de acuerdos que ya no representan a nadie.

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