Un líder eterno: el Método Sabella se compartió entre emoción y recuerdo
30 noviembre, 2025General Belgrano vivió una jornada cargada de emoción con la presentación del “Método Sabella”, un enfoque que busca mantener vivo el pensamiento futbolístico, ético y humano de Alejandro Sabella, uno de los entrenadores más queridos y respetados del país. El sentido homenaje se llevó adelante en el recinto del Concejo Deliberante, con la presencia de Silvana Rossi de Sabella, Mauricio Castro Coach Ontológico, la escritora Marcela Mannino y miembros del Museo Alejandro Sabella, junto a la destacada labor organizativa de la Filial de Belgrano.
Durante la exposición, Castro profundizó sobre el Método Sabella, un modelo que trasciende lo deportivo y se apoya en una filosofía de vida que Sabella puso en práctica dentro y fuera de la cancha. Su carrera como director técnico fue breve, pero su legado como conductor y formador es eterno. En un contexto donde muchas veces predominan la urgencia, la inmediatez y el éxito como medida absoluta, Sabella eligió un camino distinto: serenidad, humildad, coherencia, trabajo silencioso y dignidad.
No buscó ser popular; buscó ser prestigioso. Lo dijo él mismo en una frase que quedó marcada en la memoria colectiva:
“No me interesa ser popular o conocido, me interesa ser prestigioso. Ser conocido no implica valores; ser prestigioso sí.”
Ese pensamiento es el corazón del Método Sabella, sintetizado en cuatro enseñanzas aplicables a cualquier espacio donde haya liderazgo, trabajo en equipo y formación humana:
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Liderar desde el ejemplo, no desde el ego.
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Construir equipos antes que individualidades, sabiendo que el talento florece cuando hay confianza.
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Trabajar con templanza, respeto y equilibrio, incluso en la presión más alta.
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Nunca perder de vista el factor humano, porque el fútbol es una excusa, pero las personas son la esencia.
Además de la presentación, los presentes recorrieron el Paseo de los Árboles de la Filial, donde se compartieron historias, memorias y sentimientos. También se exhibieron objetos personales de Sabella que despertaron emoción y nostalgia, entre ellos la campera que utilizó como cábala tras consagrarse campeón de América en 2009, hoy convertida en símbolo de un estilo, una época y una forma de sentir el fútbol.
La jornada dejó un mensaje claro: Sabella continúa vivo en sus enseñanzas. En su legado late un modo de liderar noble, reflexivo y profundamente humano. Un grande que nos enseñó que se puede ganar con bondad, competir con nobleza y llegar lejos sin perder la esencia.





